Es un estudio profundo y luminoso que hace el padre Bernardo, sobre el encuentro de Concepción Cabrera y Félix Rougier desde la óptica de la pureza. El autor entiende la pureza como «castidad, virginidad, rectitud de intención, búsqueda del interés ajeno y comunión con el Espíritu Santo», y considera que «es parte del carisma fundacional de la Familia de la Cruz». 240 páginas
Largo: 20.5 cm
Ancho: 13.5 cm