Cada creyente ha de caminar con otros hacia la meta, dando y recibiendo ayuda en el trayecto; compartir sus carismas y enriquecerse con los carismas de los demás; realizar su tarea en armonía con las tareas de otros.
Cuando caminamos juntos, el Crucificado-Resucitado se hace presente, acompaña nuestros pasos y resucita nuestra esperanza (cf. Lc 24, 13-35). 80 páginas
Largo: 20 cm
Ancho: 13 cm