Una obra bella que se lee con agrado. El estilo es ágil, ameno. La narración es objetiva, apoyada en datos históricos, pero siempre viva y transparente. Se ve con claridad que el autor conoce, ama y admira profundamente al padre Félix. A la vez, consigue convencer acerca de la rica personalidad de ese hombre en el cual se unen la sencillez y la grandeza de su vida sacerdotal. Esta obra hará mucho bien a los lectores y particularmente a los jóvenes. 216 páginas
Largo: 20.5 cm
Ancho: 13.5 cm