Todos hemos sufrido: enfermedades, angustia, dificultades con los demás, muertes… Frecuentemente, en nuestro dolor, nos sentimos solos, aunque estemos rodeados de personas o acompañados por un familiar, por el médico. El padre Miguel nos dice: cuando sufres, el Padre bueno te acompaña y te sostiene. Y tu dolor puede ser salvífico. 76 páginas
Largo: 17 cm
Ancho: 11.5 cm